Fotografía y edición de Gabriele Tizzani y Katia Corfini
Música de Katia Corfini
Renacen del mar los bronces de Tonfano documentados por las imágenes realizadas por los miembros del Grupo GoVersilia Gabriele Tizzani y Katia Corfini. En 2022 los Bronces de Riace han cumplido cincuenta años desde su descubrimiento y el verano pasado se colocaron en el mar de Marina di Pietrasanta dos estatuas de bronce originales realizadas por la Fundición de Arte Massimo Del Chiaro con el patrocinio del Ayuntamiento de Pietrasanta y la Región de Toscana. No podía faltar un padrino de excepción, el profesor Vittorio Sgarbi, y la presencia de la Capitanía Marítima de Viareggio y de su comandante, el Capitán de Fragata Alessandro Russo. Las pseudocopias son un experimento interesante. Porque estimulan el conocimiento. Tizzani, el submarinista que tomó las imágenes, considera que ha sido una buena idea ponerlas en el mar y, sobre todo, en aguas poco profundas para que todo el mundo las vea. De este modo, son visibles no solo para los que llevan una máscara de buceo, sino también para los que, con el mar calmo, pasean por el muelle. La impresión es la de curiosear en un museo-jardín observando una historia cristalizada en el tiempo o la de leer las "Historias" contadas por Heródoto de Halicarnaso en el siglo V a.C. sentados cómodamente en un banco. Esas historias que desde el fondo del mar afloran en la arena como en los recuerdos. Si hay algo que la antigua Grecia ha transmitido al pueblo itálico es la democracia. Por supuesto, ningún sistema es perfecto y así sucedía a la suya como hoy a la nuestra. Pero "demos", el pueblo, es decir todos, pueden ver realmente, sin distinción, las obras hasta el 30 de septiembre de 2023 o hasta que la arena se convierta en una manta sobre su largo sueño. Así es el experimento de los Bronces en las aguas del Tonfano, no perfecto pero un comienzo interesante. Los dos Bronces se han anclado en posición supina a un fondo arenoso con bloques de cemento y al cabo de unos cinco meses aparecen semisumergidos en la arena. El Bronce “Norte”, el del lado de La Spezia, está casi completamente enterrado debido a la marejada, pero dado el extraordinario buen tiempo que ha durado hasta finales de noviembre, la situación actual debe considerarse la mejor posible. A día de hoy, el submarinista se calcula un hundimiento de aproximadamente un metro. El otro Bronce, el "Sur", es decir, el del lado de Viareggio, parece tumbado con los hombros directamente apoyados sobre la arena. Se estima un hundimiento del Bronce Sur de unos setenta centímetros. Es interesante la placa de acero sobre la que se apoyan los pies de bronce, que se encuentra totalmente fuera de la arena y dentro de un socavón excavado por la resaca. Placa que junto con los ojos está cubierta de Balanos (bellotas de mar) dada su composición sin cobre. En cambio, en los cuerpos de las estatuas de bronce, que están compuestos de al menos un 70% de cobre, hay colonias de Anélidos tubículas que evidentemente son menos sensibles a la toxicidad del cobre. El submarinista calcula que lo más probable es que en los próximos tres meses las estatuas queden enterradas por completo y señala que colocarlas sobre postes clavados en la arena en lugar de sobre bloques de cemento habría evitado durante mucho tiempo que se hundieran (Venecia enseña). De hecho, los postes, como en el caso de la plancha, ofrecen una corriente de resaca, debida al oleaje, que frena el proceso de encenagamiento. Pero en el mar quien decide es el mar y las variables son muchas. A algunos humanos se les ha concedido mucho, como la creación de lo bello. Pero siempre hay algo imponderable en el pensamiento humano, algo que se escapa de su control, de su previsión. Tal vez por ello, a finales de septiembre de 2023, momento en que los organizadores han decidido devolver los bronces a la superficie, será necesaria una sorbona para extraer de la arena estas dos estatuas maravillosas. Lo que importa es que se ha hecho algo para intentar despertar al alma humana de lo que ahora se considera el olvido del futuro: la ignorancia. El vídeo que está circulando por las redes sociales es un plano secuencia de 3 minutos que se propone contar cómo el submarinista ha podido apreciar estos bronces pseudo-Riace. No se trata de copias, son similares a los originales del siglo V a.C. tanto en la forma como en el tamaño, pero también diferentes en muchos detalles. Esta no es una película de la saga de Indiana Jones. Esta es una de esas ocasiones en las que uno se da cuenta de que el ser humano no solo ha sido dotado de la capacidad de reconocer la belleza, sino también de crearla a su imagen y semejanza. Esta la capacidad humana de acercarse a lo etéreo. "Encontrarse frente a estatuas semisumergidas en la arena y colonizadas por Balanos y Anélidos tubícolas ha sido como detener el tiempo", afirma Tizzani, el submarinista que ha rodado el plano secuencia. Desde luego no es comparable a lo que Mariottini vio en 1972 cuando, en el mar de Riace, emergieron los bronces originales de la arena, pero sigue siendo una fiesta para la vista.
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